Casi todos conocemos al Helicobacter Pylori como una bacteria causante de múltiples síntomas digestivos, ardor de estómago, gastritis y úlceras gastroduodenales pero… ¿Sabías que también está involucrada en enfermedades de la piel?
Ese es el caso de la famosa Rosácea, enfermedad inflamatoria muy frecuente que afecta predominantemente el área central de la cara.
Puede ser tan leve como un simple rubor facial o arañitas vasculares o tan grave como granos, nódulos, deformaciones o afectación de la visión..
¿ Cuáles son sus causas?
-alteración en la neuro vascularización de la piel
-un ácaro llamado Demodex Folliculorum (eso explica el tratamiento con cremas con Metronidazol e Ivermectina)
-alteraciones inmunitarias
-alteraciones genéticas (piel blanca, ojos claros, padres con rosácea)
¿Qué factores la empeoran? El calor, sol, alcohol, picantes, ejercicio intenso, estrés.
Numerosos estudios demuestran la mayor frecuencia del Helicobacter Pylori en pacientes con 𝐑𝐨𝐬á𝐜𝐞𝐚, especialmente su forma 𝐩á𝐩𝐮𝐥𝐨-𝐩𝐮𝐬𝐭𝐮𝐥𝐨𝐬𝐚 (con ¨granos¨) debido a que el Helicobacter estimularía al sistema inmune para liberar una gran cantidad de sustancias inflamatorias (citoquinas) que actuarían en la piel activando el brote de la enfermedad.
Pero lo mejor de todo es que esos pacientes han mostrado mejoría de los síntomas cutáneos posterior a la erradicación de la bacteria.
Quizás ahora sí podréis encontrar mas sentido a ese ardor de estómago que no te dejaba en paz y la reactivación de tu Rosácea.
Si ése es tu caso, recordad que existen pruebas muy simples y poco invasivas (como el test del aliento o análisis de heces) para diagnosticar la presencia del H Pylori.
Ya hablaremos en otro post de la relación de la Rosácea con el SIBO (síndrome de crecimiento bacteriano de intestino delgado) para que veas como cada vez es mas evidente el funcionamiento del eje Intestino-Cerebro-Piel.